En el 88, tras una magistral asistencia de Dani, Diego Alonso se quedó solo frente al portero y, tras fallar en el primer disparo, cazó el rechace y metió el segundo. El Atlético dominó el partido de principio a fin frente a un rival demasiado pobre. Además, Jesús Gil y Enrique Cerezo debían restaurar al Atlético 236.056 acciones, un total del 98% del total, al Club; Miguel Ángel Gil y Jesús Gil debían reponer la situación contable anterior a la ficción, y también reponer al Club el importe del IVA de los contratos que se declararon ficticios.